Fase 1. Análisis y diagnóstico

La participación como herramienta para pensar colectivamente el nuevo parque deportivo de Fadura

“Lo más sospechoso de las soluciones es que se las encuentra siempre que se quiere”. Con su habitual lucidez e ironía, el escritor y pensador Rafael Sánchez Ferlosio condensa en este aforismo su larga batalla contra el camino corto y la solución fácil. Me gusta recordarlo cuando hablamos de participación ciudadana porque creo que los procesos de creación colectiva pueden doblegar ese impulso, tan humano, de querer imponer nuestra solución, por peregrina, interesada o ajena al interés común que ésta sea.

Los procesos de participación se deben guiar por otra lógica, que es la de la suma de necesidades y visiones del mayor número de personas a quienes concierne un asunto de interés público. De ahí que la puesta en marcha de Thinking Fadura para pensar colectivamente el nuevo parque deportivo de Getxo resulte apasionante y suponga un reto para los agentes políticos con representación en el ayuntamiento, el personal técnico municipal y la ciudadanía.

La participación ciudadana puede ser una poderosa herramienta con la que conectar de nuevo con la noción misma de democracia y profundizar en ella. La democracia representativa ha mostrado en los últimos años signos de cansancio, y la ciudadanía reivindica cada vez con mayor fuerza su derecho a intervenir de manera directa en las cuestiones que más le atañen. Getxo no es una excepción, y procesos abiertos como el de Bentaranoa son buen ejemplo de la potencialidad de estas experiencias. Pero, al mismo tiempo, quienes conocen bien los mecanismos y la complejidad de los procesos de participación ciudadana recuerdan a menudo su fragilidad. Quien comparte se expone, y quien se expone se hace más vulnerable. ¿Hemos de pensar la fragilidad y la vulnerabilidad como aspectos negativos de un proceso? No, de ningún modo. Más bien están describiendo un territorio que hay que cuidar, y al que hay que entrar con respeto, generosidad y humildad.

Pero para que la participación sea efectiva no basta solo con buena voluntad. Ahora que los gobiernos comienzan a apostar por ella vemos cómo no es fácil ilusionar y convocar a la ciudadanía. La desconexión con ésta que a menudo sufre todo el entramado político institucional sigue generando desconfianza. Así que urge facilitar espacios comunes de encuentro y reconocimiento mutuo para generar confianza y poder tomar decisiones de manera compartida. Si no, lo que suele ocurrir es que cuando invitamos a la participación, al otro lado la respuesta es más tibia de lo que imaginábamos, o acude el segmento de población más empoderado y organizado, aquél que además suele tener un mayor grado de conocimiento de las instituciones y de interlocución con ellas.

Por todo ello, el proceso de Thinking Fadura que activaremos después del verano necesitará no solo herramientas digitales y presenciales, sino un buen número de estrategias para lograr recoger el máximo número posible de voces, relatos y perspectivas. Y también el más diverso porque es un hecho que la desigualdad también tiene un claro reflejo en la participación.

Una de las funciones de la política –y la participación es una herramienta radicalmente política– es sacar a la superficie los conflictos invisibilizados que toda sociedad tiene. Visibilizar los conflictos, e incluirlos en la misma agenda que los que ya nos ocupan, es uno de los grandes retos si pensamos en un nuevo espacio público, deportivo y de encuentro y convivencia ciudadana. Por ello, repensar el parque deportivo de Fadura es también conocer las dificultades de acceso a la práctica deportiva de una gran parte de la población; la demanda de modalidades y prácticas deportivas no mayoritarias; la accesibilidad; la movilidad; y un largo etcétera de cuestiones que nos deberán obligar, como Getxo Kirolak, a cuestionar también nuestra propia labor como organismo de servicio público.

Volviendo a la desconfianza inicial de Sánchez Ferlosio, me gustaría pensar que ha llegado el momento de superar la secuencia habitual de problema y solución para hablar de Fadura Kirol Parkea como un nuevo espacio de oportunidades. Un espacio de oportunidad para poder disfrutar de un nuevo parque destinado al ocio y a la práctica deportiva. Pero también una oportunidad para debatir de manera constructiva y para encontrarnos y reconocer las necesidades de todos y todas. En nuestras manos está que así sea.

 

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