Los trabajos para el reforzamiento estructural del edificio de frontones de Fadura avanzan a buen ritmo. La obra con la que se persigue asentar el edificio, y que tiene como origen la propuesta técnica elaborada por dos ingenierías de prestigio especializadas en estructuras, tiene un coste aproximado de 2,3 millones de euros y está previsto que concluya en mayo. Esta actuación es un paso previo fundamental antes de poder llevar a cabo una reforma integral del interior del edificio y actualizar sus equipamientos. Hay que tener en cuenta que se construyó en 1973 y que las necesidades deportivas actuales varían mucho de las de entonces, y para poder afrontar ese gran proyecto tenemos que tener la seguridad de que la estructura del edificio y su asentamiento son totalmente seguras.
La intervención consiste en colocar una corona metálica que rodee, por debajo de la cubierta actual, los 320 metros lineales de los muros del edificio con el objetivo de que, a modo de cinturón, funcione como contrafuerte y permita asegurar la estabilidad estructural del edificio. Además de la estructura metálica, los trabajos incluirán el refuerzo de un pilar interior que sostiene la cubierta y la rehabilitación tanto de los muros perimetrales de hormigón como de las escaleras de accesos exteriores.
Durante esta reforma, que al llevarse a cabo en su mayor parte por el exterior del edificio permite que se siga utilizando sin apenas afecciones para las personas usuarias, se va a establecer un sistema periódico de análisis que permitirá en el menor plazo posible determinar que la solución planteada ofrece el resultado esperado.
Tal y como se recogió en una primera fase de participación en la que tomaron parte cerca de 2.000 personas en el contexto del proceso de transformación y mejora de las instalaciones Thinking Fadura, está previsto que el edificio pueda albergar nuevos usos que respondan tanto a las preferencias de las personas abonadas como de los clubes y las asociaciones deportivas de la localidad.